domingo, 29 de noviembre de 2009

Memorias de mujeres en prisión y otros relatos gratis en la web

Cada 25 de noviembre nos acordamos de que existen mujeres violentadas; sin embargo, la volencia contra la mujeres se vive todos los días. Todos los días humillan, golpean, violan, matan a más de una mujer en nuestro país y en el mundo.Son muchas y muchos los casos, las circunstancias y las consecuencias.

Por eso, en el marco de las acciones por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, pongo a su disposición, en coordinación con el Instituto de Cultura de Yucatán, el PDF del libro Memorias de mujeres en prisión y otros relatos, que compila textos producidos durante el primer año del Taller de Escritura Femenina que coordiné en el Cereso de Mérida, y que posteriormente se convirtió en proyecto Palabra Viva, con apoyo del FONCA.

Esto es con el objetivo de que quien así lo desee pueda leerlo y compartirlo de forma gratuita con otras mujeres que se encuentran en alguna situación vulnerable, así como usarlo en cualquier proyecto sin fines de lucro citando la fuente. Agradeceré la gentileza de compartir su experiencia a zedik_talleres@yahoo.com.mx o al centroculturaldelamujeryucatan@yahoo.com.mx.

Las mujeres en prisión no son sólo las nueve mujeres que escriben en este libro, ni las cien que integran la población del Cereso de Mérida, sino todas y cada una de las mujeres que caminamos en este mundo. Las prisiones varían en su dimensión, en su constitución, en su origen, pero todas ellas orpimen y dirigen nuestros pasos.

Verónica García Rodríguez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi agradecimiento por compartir este material cuyo valor social y literario hablan de la posibilidad de encontrar espacios donde el arte rompa el silencio que pesa sobre algunos sectores de la población que son muchas veces marginados.
Un acierto que espero siga dando frutos.

Rosío Rendón Trujillo dijo...

les comparto este poema, que creo que va de acuerdo al tema. ya se ha publicado una vez. espero les guste, y si puedo colaborar de alguna manera, estaría encantada.


MEA CULPA
I
No quiero más violetas.
El tedio de mi sexo le hizo darme violetas.
Violetas que florecen
en sus noches de aliento volátil,
de sus palabras que a latigazos
me hacen una masa que ya no quiere sentir,
como perro lastimero
que busca y se lame
donde todavía siente.
Odio las violetas frescas por la mañana
porque no soy perfecta.
No soy como la mujer de su amigo.
Todo lo que hago sabe a podrido.
No quiero más violetas
porque mi cuerpo se deforma
y ya estoy seca.
No más violetas
pues soy débil y mis ojos se deshojan
con su aroma a rosa recién abierta;
con su miembro bañado en líquidos vendidos
al precio de mi hambre
y la de mis hijos.
No quiero oler el mosto de sus caricias
con el tiempo rudas,
como geranios rojos.
Magulladuras.
Ya no quiero desear que se muera,
¡que se muera!
que un día salga y ya no vuelva.
No.
No quiero que mi tranquilidad germine así.
Pero es que ha terminado por asquearme.
II
Desde que naces hombre te contaminas
con leche y miedo de adoloridos senos.
te acostumbras a la expresión de terror en tu madre.
¡los hombres no lloran!
y tragas salado en noches agitadas.
76
Es normal que llegado el día,
te pongas el disfraz de hombre y comas carne.
¡Hártate, los demás pagan!
no debería ser así, pero es normal:
así lo hizo tu padre y su padre y el padre de su padre...
Cierra los ojos e ignora la repugnancia del momento,
¡eres hombre!
No hay que dejar lugar a dudas.
(En la noche recuerdas y reprimes el llanto. Es de maricas).
Alguien te entusiasma.
Hay que hacerla feliz.
Pones en práctica el método de papá:
la pides, te casas, la tomas y la penetras
¡con fuerza, para que sienta!
y piensas:
¡el hombre es el fuerte!
y le pegas, para que sienta,
y le miras los ojos
y te recuerda a tu madre.
Y eres feliz.

Rosío Rendon Trujillo

Publicar un comentario